Las experiencias emocionales nos permiten crecer y evolucionar como individuos, sobretodo si somos capaces de observarlas, aceptarlas y vivirlas en coherencia.
Cuando el cerebro las almacena de una forma adaptada y funcional, nos ayuda en la supervivencia, ya que el cerebro nos va a recordar cuando estamos en peligro y cuando estamos seguros.
Cuando el cerebro las experiencias emocionales negativas y dolorosas las almacena de una forma desadaptada, es cuando aparece el sufrimiento y las limitaciones en la vida.
El cerebelo siempre se le ha relacionado con el control del movimiento y de la postura.
En estudios anteriores ya se había relacionado al cerebelo con el miedo condicionado.
En una reciente investigación se ha puesto de manifiesto que el cerebelo juega un papel muy importante en el recuerdo de las experiencias emocionales.
La Universidad de Basel (Suiza) ha evidenciado no sólo la activación de áreas cerebrales ya conocidas por su rol en la memoria emocional, sino también la activación del cerebelo.
Y de nuevo se pudo constatar, que recordamos mucho mejor las experiencias emocionales positivas o negativas que las experiencia emocionales neutras.
Esta mejora en la memoria de emociones positivas o negativas se correlaciona con un mayor aumento de la actividad en el cerebelo y con una comunicación más potente entre las áreas cerebrales correspondientes del cerebro y del cerebelo.
El cerebelo recibe información del córtex cingulado ant (CAA), región clave en la percepción y evaluación de los sentimientos. Y transmite información a la amígdala y el hipocampo, regiones clave responsables de las memorias emocionales.
Estos resultados indican que el cerebelo forma parte de una red de circuitos nerviosos involucrada en el almacenaje de la información emocional.
Estos hallazgos son relevantes para una mejor comprensión de cuadros clínicos como el Transtorno de Estrés Post-traumático y las experiencias de cuadros de ansiedad o ataques de pánico en las diferentes fobias mentales (fobia social, agorafobia, claustrofobia…).
Además esta implicación del cerebelo en el procesamiento emocional podría explicar porque es frecuente que manifiesten personas que sufren estrés crónico síntomas como mareos, vértigos, inestabilidad de la marcha...etc, así como temblores e hipertonías en estrés agudo.
Esta nueva información de la importancia del cerebelo en el procesamiento de las memorias emocionales, puede ser útil en la búsqueda de nuevas formas de reparar estos circuitos que frecuentemente generan problemas de salud mental.
Hasta la fecha, la psiquiatría y la neurología entienden al cerebro con un modelo neuroquímico. Su objetivo es cambiar la neuroquímica con el uso de la farmacología.
Desde la psicología, a través de la regulación emocional y la reestructuración cognitiva buscan llegar al mismo objetivo.
Neurociencia Osteopática Integral, continua trabajando y mejorando su razonamiento clínico, apoyado por la evidencia clínica a lo largo de los años: Las experiencias emocionales desagradables generan patrones de tensión físico-químicos en las áreas del cerebro encargadas del procesamiento emocional. Estos patrones de tensión físico-químicos contribuyen a la creación de desequilibrios neuroquímicos que no sólo explican las desregulaciones emocionales, sino que podrían llegar a explicar el concepto de la consolidación de la memoria.
Con este modelo clínico de la desregulación emocional se pone de manifiesto no sólo la importancia del parámetro neuroquímico sino también del físico. De hecho esperemos que con el paso de los años se llegue a comprender mejor que las variables tensión física y tensión química son una unidad.
Neurociencia Osteopática Integral busca influenciar la función neuroquímica modulando y desprogramando estos patrones de tensión cerebrales, y sin efectos secundarios.
Referencias Bibliográficas:
-Fastenrath M, Spalek K, Coynel D, et al. Human cerebellum and corticocerebelar connections involved in emotional memory enhancement. PNAS 2022.
-Piergiorgio Strata, The emotional cerebellum. National Library of Medicine 2005.
Juan Manuel Gómez Andrés Director Clínico de Neurociencia Osteopática Integral (c) 2023. Todos los derechos reservados