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La neurociencia del dolor

El dolor ha estado malcomprendido durante muchos años.

Hace 40 años que la Asociación Internacional del Dolor (IASP) ya definía el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociado a daño real o potencial.

A pesar de más de 20 años de nuevas investigaciones científicas en el campo de la neurobiología del dolor que han estado ampliando y modificando el conocimiento de la experiencia dolorosa, no ha sido hasta este año 2020 cuando la IASP ha decidido añadir dos elementos importantes.

En primer lugar, el dolor debe considerarse como una experiencia multidimensional, es decir que además del aspecto sensorial, la experiencia dolorosa está influenciada por factores biológicos, psicológicos y sociales. Es el pistoletazo de salida oficial al tan esperado modelo biopsicosocial en el campo del dolor.

A partir de ahora, todos los profesionales sanitarios y en particular los del sistema público de salud, ya no tienen la excusa de que se deben a los protocolos sostenidos por la evidencia científica.

Frecuentemente los nuevos descubrimientos emergentes no encajan y entran en conflicto con los paradigmas ortodoxos de la ciencia. Los procesos de cambio en el conocimiento son lentos y rígidos.

De ahí que sea deber de los profesionales sanitarios, forzar al sistema a cambiar. Es su responsabilidad exigir la mejor calidad asistencial, siendo fieles a los criterios de la medicina basada en la evidencia y por supuesto al código deontológico.

En segundo lugar, un concepto revolucionador, considerar al dolor como un aprendizaje. El cerebro aprende el dolor a través de las experiencias de la vida. Esta afirmación abre la puerta a un nuevo paradigma terapéutico: Cómo desaprender el dolor. El cerebro si se dan las condiciones adecuadas, tiene la capacidad de modular o extinguir las memorias sensoriales que nos hacen sufrir. El cerebro es un órgano con gran capacidad innata de cambio. Y de hecho lo está haciendo constantemente mediante su gran potencial neuroplástico.

Según las nuevas evidencias científicas aportadas por la neurociencia, las creencias y la conducta acerca del dolor son los verdaderos enemigos del dolor. Y éstas dependen del contexto psicosociocultural. Influencias culturales, familiares, laborales, asistenciales, psicológicas...influyen en la experiencia de dolor.

Una de las primeras creencias que debemos modificar, es que el dolor significa daño en los tejidos. El dolor es mucho más que un marcador de daño o de protección de los tejidos.

La percepción del dolor no sólo está determinada por las informaciones somatosensoriales, sino por la evaluación de amenaza global que hace el cerebro. Es realmente el cerebro quien decide la intensidad y la cronicidad del dolor.

Algo que puede ser impactante, es conocer que verdaderamente no disponemos en el cuerpo de receptores de dolor, sino receptores de peligro. Cuando el sistema somatosensorial mediante receptores específicos detecta cambios significativos mecánicos, químicos o térmicos, envía la información al cerebro que evaluará la situación teniendo también en cuenta pensamientos, emociones y conductas respecto al dolor. El cerebro decidirá encender, apagar o modular la señal de dolor.

Para finalizar, algo que me impresionó de las nuevas evidencias científicas, es la conclusión de que la nocicepción (señal de los receptores somatosensoriales) ni es suficiente ni necesaria para producir dolor.

Dicho de una forma más coloquial, es posible sufrir daño con ausencia de dolor y experimentar dolor en ausencia de daño.

La educación en la neurociencia del dolor puede ser una de las estrategias más potentes para el tratamiento del dolor. Comprender el dolor te puede ayudar a librarte del dolor!!!

Neurociencia Osteopática Integral ha desarrollado un Programa de Neuromodulación del Dolor Crónico, basado en el conocimiento de la neurociencia del dolor y en los muchos años de experiencia clínica como especialista en el abordaje del dolor crónico.

Este programa incorpora las últimas novedades clínicas en el abordaje del dolor crónico:

-Neuroeducación en el dolor

-Desensibilización somatosensorial

-Desensibilización de los patrones tensionales del Sistema Nervioso central

-Entrenamiento Cerebral

-Reeducación motora

Juan Manuel Gómez Andrés
Director Clínico Neurociencia Osteopática Integral
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