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Historia de la Osteopatía

La osteopatía fue fundada por un médico americano llamado Andrew Taylor Still (1828-1917). Hijo de padre predicador, médico y granjero. Sigue los pasos de su padre, estudiando medicina, y más adelante ingeniería. Su pasión por la ingeniería (mecánica) le hará observar y estudiar el cuerpo humano como una máquina. Pasa numerosos años estudiando anatomía y lo que se sabía de fisiología en aquel tiempo.

Para ser honestos con la historia se ha de mencionar la influencia que tuvo Still, así como otros médicos, de algunas prácticas terapéuticas de la época realizadas por curanderos y ensambladores.

Durante la guerra de Secesión (1861-1865) será médico y cirujano, lo que le permitirá adquirir una gran experiencia en anatomía y fisiología del hombre vivo. Descubre también los déficits terapéuticos del médico de aquel entonces.

En 1865 marca un giro su vida, pierde a tres de sus hijos a consecuencia de una epidemia de meningitis. Debido a su impotencia como médico ante la enfermedad, se obsesiona por la idea de cómo curar más eficazmente. En aquellos tiempos la medicina utilizaba como recursos terapéuticos, las sangrías, las sanguijuelas y algún que otro fármaco tóxico y nocivo para el organismo.

Es por esta situación por lo que el siglo XIX ve el desarrollo de las principales ramas de la medicina "paralela": osteopatía, homeopatía y naturopatía.

En 1874, A. T. Still vive una experiencia determinante para el desarrollo de la osteopatía. Durante una epidemia, cura a un niño que padecía disentería. Esta experiencia le hace reflexionar y le anima en la idea de buscar otra forma de comprender y dirigirse al cuerpo humano en la lucha contra la enfermedad. A. T. Still curó todos los casos que le fueron confiados de disentería.

El 22 de Junio de 1874 declara en sus notas personales haber creado la osteopatía.

Como logra curar manualmente toda clase de enfermedades, alguna de ellas consideradas incurables en aquella época, su reputación se expande rápidamente por otros estados americanos. Como todo innovador, se encuentra con grandes dificultades, se enfrenta a la oposición de algunos colegas médicos y de la iglesia.

En 1892 A. T. Still funda la American School of Osteopathy en Kirksville (Missouri).

Entre 1892 y 1900 el movimiento osteopático tiene una gran expansión en los Estados Unidos. La osteopatía se reconoce por cada Estado como una medicina con pleno derecho, y los osteópatas tienen el mismo derecho que los médicos convencionales.

Aunque en 1905, a petición de la Asociación Médica Americana, y con el fin de protegerse por las nuevas medicinas, se redacta un decreto en el cual todas las escuelas de medicinas de homeopatía y naturopatía, a excepción de la de osteopatía se ven obligadas a cerrar sus puertas. Este decreto no fue abolido hasta el 1969.

En 1917 A. T. Still muere, y uno de sus alumnos aventajados J. M. Little John, fisiólogo escocés, regresa a Londres para fundar la primera escuela de osteopatía en Europa, la British School of Osteopathy.

En 1960 un grupo de osteópatas reconocidos, J. Wernham, T. Dummer..entre otros, fundan la European School of Osteopathy (ESO).

Desde Inglaterra se inicia la expansión de la osteopatía al resto de Europa.

La situación actual de la osteopatía en Europa está en continua evolución, tanto académicamente como legalmente. El primer pais europeo que ha reconocido legalmente la osteopatía como profesión ha sido Inglaterra (2000). Le han seguido Bélgica, Suiza, Francia y Portugal. Otros muchos países, en donde se incluye España el proceso de regulación está en marcha. El Parlamento Europeo desde el 29 de Mayo de 1997 pide a los países de la Unión Europea que se comprometan a iniciar el proceso de reconocimiento de las medicinas no convencionales, entre las cuales se encuentra la osteopatía.

Otros países de tradición anglosajona, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, la osteopatía ya está reconocida legalmente. Esperemos que en España el proceso de regulación y reconocimiento de la profesión llegue pronto. Es lo mejor para todos, para los profesionales como reconocimiento a sus años de estudio y trabajo, y para los usuarios que podrán tener mayor seguridad de ser atendidos sólo por osteópatas cualificados, evitando así el intrusismo y el fraude profesional.

Existen muchos osteópatas en Barcelona, por eso es necesario estar atentos a los que están formados en instituciones o universidades que cumplan los programas europeos.