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La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune en el que el sistema de defensa del organismo ataca y daña a la capa protectora de las neuronas, la mielina.

Un estudio de la Universidad de Zurich en el que han colaborado el grupo de investigación de Neuroinmunología Clínica del Vall d´Hebron Institut de Recerca ha concluído que el estado de la microbiota intestinal puede influenciar en el origen y desarrollo de la esclerosis múltiple.

Los investigadores observaron que los Linfocitos T, células inmunitarias, reaccionan contra una enzima que sintetizan las células humanas y las bacterias que con frecuencia se encuentran en el intestino de los pacientes que sufren esclerosis múltiple.

Parece ser que es probable que los linfocitos T se activarían en el intestino y posteriormente al migrar al cerebro, ocasionarían una respuesta inflamatoria al encontrarse con la variante celular.

Desde el punto de visto biomédico se está planteando un enfoque terapéutico que busca reeducar al sistema inmunológico, mediante terapias antígeno específicas, para ayudar a tolerar a su mismo tejido cerebral.

Desde el razonamiento clínico de Neurociencia Osteopática Integral, sería importante responder qué es verdaderamente lo que está causando la presencia en el intestino de esas bacterias específicas de la esclerosis múltiple.

Referencia bibliográfica:

-GDP-L-Fucose synthase is a CD4 T cell-especific autoantigen in DRB3*02:02 patients with multiple sclerosis. Martin Rolland, Sospedra Mireia et all, Science Translational Medicine, 2018.