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Un nuevo estudio refuerza la teoría de que el Alzheimer podría ser debido a una infección crónica en la boca, la tan conocida periodontitis crónica.

La periodontitis crónica, inflamación de las encías y destrucción progresiva del hueso y tejido conjuntivo que fijan los dientes, es debida a la acumulación de la placa bacteriana entre los dientes.

La placa bacteriana, al igual que la flora bacteriana intestinal o microbiota puede tener efectos beneficiosos o nocivos según su composición.

La composición de la placa bacteriana depende de factores genéticos, hábitos tóxicos como el tabaquismo y el alcohol, el estrés, el tipo de dieta y el padecimiento de algunas enfermedades como la diabetes.

Las toxinas y/o los residuos metabólicos producidos por ciertos tipos de bacterias asociado a la respuesta inmune para combatir la infección son las causas que generan la periodontitis crónica.

La periodontitis crónica está producida principalmente por el exceso de un tipo bacteriano, la Porphyromona gingivalis.

Una reciente investigación, ha revelado unos resultados sorprendentes que deberían revolucionar la forma de comprender y estudiar la enfermedad de Alzheimer en los próximos años.

Jan Potempa, profesor de la Escuela de Odontología de la Universidad de Lousville y jefe del departamento de microbiología de la Universidad de Krakow, y su equipo, han encontrado Porphyromonas gingivalis en los cerebros de personas que habían fallecido con Alzheimer.

La investigación fue ampliada con un estudio en ratones, a los que les provocaban una infección oral con la bacteria causante de la periodontitis. Evidenciaron acumulación de la proteína beta amiloide en el cerebro de los ratones, la cual está asociada a la enfermedad de Alzheimer.

A pesar de que más estudios son necesarios, es la primera vez que se tienen pruebas sólidas de la relación entre la enfermedad de Alzheimer y un agente infeccioso.

Bibliografía

-Porphyromonas gingivalis in Alzheimer´s disease brains: Evidence for disease causation and treatment with small-molecula inhibitors. Jan Potempa et al. Science Advances 2019.

El Alzheimer es una de las patologías neurodegenerativas más frecuentes. No sólo produce demencia, afectación progresiva de la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales, sino también un progresivo deterioro físico, pudiendo llegar a afectar gravemente a la calidad de vida de la persona y familiares.

En la actualidad no existe un tratamiento médico curativo, ya que no se conocen exactamente los mecanismos biológicos que causan la enfermedad.

Científicamente se han estado trabajando con varias hipótesis, pero bajo mi modesto punto de vista, muchas de ellas centradas en las consecuencias y no en la búsqueda de la causa original.

Por suerte, todos estamos de acuerdo en un punto, que representa un eslabón común, la neurodegeneración se relaciona con la neuroinflamación.

Ahora bien, qué es lo que produce la inflamación, dónde se origina, y por qué se afectan más ciertas áreas cerebrales, son las preguntas a resolver.

En los últimos años, se han realizado una gran cantidad de investigaciones que relacionan el Alzheimer y la microbiota intestinal (billones de bacterias que viven en nuestro sistema digestivo y que producen efectos beneficiosos o dañinos según las especies dominantes). La composición de la microbiota intestinal en pacientes con enfermedad de Alzheimer está alterada, en comparación con pacientes sanos. Presentan una biodiversidad bacteriana reducida y una sobrepoblación de un tipo de bacterias y disminución de otras.

Recientemente un grupo de investigadores de la Universidad de Ginebra han ido un poco más allá. Han demostrado una correlación entre la composición específica de la microbiota intestinal, el acúmulo en sangre de moléculas proinflamatorias producidas por ciertas bacterias intestinales y la aparición de placas amiloides en el cerebro, característica de la enfermedad de Alzheimer.

Moira Marizzoni, investigadora principal, afirma categóricamente: “Determinados productos metabólicos bacterianos de la flora intestinal están directamente relacionados con la cantidad de placas amiloides en el cerebro”.

Además este estudio confirma que los niveles elevados en sangre de lipopolisacáridos, moléculas de la membrana celular de algunas bacterias que tienen la capacidad de producir respuestas inflamatorias, y de ácidos grasos de cadena corta, como acetatos y valeratos, se asocian con grandes depósitos de placas amiloides en el cerebro. A diferencia de la presencia de butirato, un ácido graso de cadena corta muy estudiado y conocido por sus efectos beneficiosos para la membrana intestinal, que se vincula con una menor presencia de placas amiloides.

Parece ser que estos mediadores inflamatorios en sangre al llegar al cerebro podrían modificar la respuesta inmunológica y favorecer la enfermedad.

A pesar de que se necesita investigar más sobre el tipo de bacterias dañinas que favorecen el desarrollo de la enfermedad, este avance en el conocimiento nos permite llenarnos de esperanza para seguir luchando en el desarrollo de futuras estrategias terapéuticas.

La modulación de la respuesta inmunológica en el cerebro nos permitiría ser efectivos en los primeros estadios de la enfermedad, mediante el freno de la neurodegeneración, y sobretodo nos posibilitaría tener un efecto preventivo potenciando el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas que aumentaran la cantidad de ácidos grasos de cadena corta, como el butirato, con propiedades neuroprotectoras y antiinflamatorias.

Dentro del campo de la modulación de la respuesta inmunológica o inflamatoria, Neurociencia Osteopática Integral lleva también trabajando muchos años en la modulación de las patrones tensionales en el cerebro, originados por la hiperexcitación neural y glial, típica de los síndromes de sensibilización central.

Neurociencia Osteopática Integral trabaja en la hipótesis de que las áreas subcorticales, en especial la región del tronco del cerebelo, contribuyen a generar un estado proinflamatorio cerebral que favorecería el proceso neurodegenerativo.

Neurociencia Osteopática Integral seguirá empujando en esta dirección, esperando que algún día toque a la puerta un proyecto ambicioso de investigación.

Una investigación llevada a cabo por el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander ha confirmado que ocho de cada diez enfermos del coranovirus SARS-Cov-2 tienen niveles bajos de vitamina D.

Además, este estudio que ha sido publicado en el Journal Of Clinical Endocrinology&Metabolism muestra que este déficit de vitamina es padecido mayoritariamente por hombres.

Si bien no se halló correlación entre el déficit de vitamina D y la gravedad de la covid-19, los análisis de los datos evidenciaron una mayor incidencia a sufrir hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y un mayor tiempo de recuperación.

Un dato a tener en cuenta es que los pacientes que estaban previamente tomando vitamina D a la vez que corticoides e inmunosupresores aumentaban las posibilidades de padecer la enfermedad de una forma más grave.

Esta complicada experiencia sanitaria está evidenciando una vez más la necesidad de incorporar en todos los razonamientos científicos y clínicos, de una manera más estricta y constante, la interacción huésped-agente externo-entorno.

El desarrollo de tratamientos cada vez más personalizados es el reto mas importante para todas las ciencias de la salud en los próximos años.

La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune en el que el sistema de defensa del organismo ataca y daña a la capa protectora de las neuronas, la mielina.

Un estudio de la Universidad de Zurich en el que han colaborado el grupo de investigación de Neuroinmunología Clínica del Vall d´Hebron Institut de Recerca ha concluído que el estado de la microbiota intestinal puede influenciar en el origen y desarrollo de la esclerosis múltiple.

Los investigadores observaron que los Linfocitos T, células inmunitarias, reaccionan contra una enzima que sintetizan las células humanas y las bacterias que con frecuencia se encuentran en el intestino de los pacientes que sufren esclerosis múltiple.

Parece ser que es probable que los linfocitos T se activarían en el intestino y posteriormente al migrar al cerebro, ocasionarían una respuesta inflamatoria al encontrarse con la variante celular.

Desde el punto de visto biomédico se está planteando un enfoque terapéutico que busca reeducar al sistema inmunológico, mediante terapias antígeno específicas, para ayudar a tolerar a su mismo tejido cerebral.

Desde el razonamiento clínico de Neurociencia Osteopática Integral, sería importante responder qué es verdaderamente lo que está causando la presencia en el intestino de esas bacterias específicas de la esclerosis múltiple.

Referencia bibliográfica:

-GDP-L-Fucose synthase is a CD4 T cell-especific autoantigen in DRB3*02:02 patients with multiple sclerosis. Martin Rolland, Sospedra Mireia et all, Science Translational Medicine, 2018.

Diversas investigaciones han evidenciado la capacidad de la realidad virtual para reducir el dolor durante procedimientos asistenciales sanitarios.

Mediante la visualización de entornos calmados y agradables, como la playa, se producía de manera evidente una modulación de la percepción del dolor.

Por el contrario la visualización de un entorno urbano, repleto de personas y coches, con un nivel de ruido elevado y un ritmo frenético, incrementaba la percepción del dolor.

La utilización de juegos virtuales, en los cuales se busca distraer la atención de la experiencia dolorosa, parece ser que también disminuyen el dolor.

Pero el hecho de que en el entorno estresante de la ciudad no disminuya el dolor, sino que aumenta, demuestra que la distracción es insuficiente para calmar el dolor. Es imprescindible que vaya acompañado de un entorno calmado, relajado, que transmita seguridad.

La elección del entorno virtual es crítico para conseguir mejores y más rápidos resultados.

Cada vez la aplicación de la realidad virtual como herramienta terapéutica es más habitual.

En los últimos 15 años no han parado de salir nuevas investigaciones científicas que van generando cada vez evidencias más robustas.

Referencias bibliográficas:

-The soothing see : a virtual coastal walk can reduce experienced and recollected pain. Dijkstra K.T., Pahl Sabine et al. Enviroment and Behavior 2018

-Manipulating presense influences the magnitude the virtual reality analgesia. Hoffman H et al. Pain 2004

-A randomized, controlled trial of immersive virtual reality analgesia during physical therapy for pediatric burn injuries. Schmitt Y., Hoffman H et al. NIH 2011

Cada vez más estudios demuestran que la meditación y el mindfulness producen cambios en la estructura y la función de ciertas áreas del cerebro.

Después de 40 días de entrenamiento en mindfulness las técnicas de imagen revelaron cambios en el precuneus y el el córtex cingulado posterior.

Áreas que se relacionan con la percepción de uno mismo, la percepción de los pensamientos y emociones de los demás y la regulación emocional respectivamente.

Además puedieron constatar una disminución de las tendencias depresivas y ansiosas.

Investigadores de la Universidad de Yale y Columbia evidencían que la práctica de mindfulness reduce el dolor y la negatividad mental. En otros estudios ya había quedado comprobrado que tenía muy buenos resultados con la depresión, ansiedad, estrés y fibromialgia.

El significado de mindfulness es atención plena. Es un estado de ser consciente en el momento presente sin el establecimiento de juicios.

Este estado de atención focalizada pretende liberarnos de pensamientos nocivos e intrusivos. Además mediante esta técnica le damos al cerebro la oportunidad de aprender la sensación de estar en calma y relajado, favoreciendo cambios en el cuerpo y en el sistema nervioso.

La técnica de minfulness para que sea más efectiva en el abordaje del dolor puede ir acompañada de otras técnicas que han evidenciado buenos resultados en la modulación de la señal de dolor, como la reevaluación sensorial, la exposición virtual a entornos agradables y la técnica de distracción.

Para que la técnica de mindfulness sea efectiva son necesarias 3 cosas: la inmersión sensorial focalizada, el sentido de presencia y la aceptación de los pensamientos mentales negativos asociados al dolor, para minimizar las respuestas emocionales automáticas, maladaptativas y condicionadas.

El mindfulness nos da la oportunidad de ser conscientes que nuestros pensamientos y conductas emocionales respecto al dolor o cualquier otro estímulo nocivo pueden ser fácilmente cambiantes. Simplemente dejamos que se desvanezcan refocalizando nuestra atención.

Es una buena forma de reducir las dimensiones sensorial, afectiva y cognitiva que amplifican la experiencia del dolor.

En el estudio se valoraba con imágenes cerebrales de scanner, la respuesta al dolor físico inducido mediante aplicación de calor en el antebrazo y las reacciones cuando se mostraban imágenes negativas.

Los participantes que utilizaban técnicas de minfulness comparados con los que no, mostraban una reducción significativa de la actividad en las áreas del dolor (córtex cingulado anterior dorsal, ínsula anterior, tálamo medial y córtex somatosensorial) y las áreas de las emociones negativas (amígdala, tálamo, mesencéfalo, córtex cingulado anterior dorsal, córtex prefrontal dorsomedial).

Por supuesto asociado a la manifestación de menos dolor y menos reacciones emocionales negativas por parte de los participantes.

Estos cambios se produjeron en ausencia de un aumento de actividad del córtex prefrontal, el cúal forma parte del sistema de control cognitivo. Lo que evidencia que el mindfulness regula el dolor y las emociones cambiando el significado afectivo del estímulo y no a través del control cognitivo.

Referencia Bibliográfica:

-Let it be: Mindful-acceptance down-regulates pain and negative emotion. Kober, H et al. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 2019.

La migraña es un tipo recurrente de dolor de cabeza intenso, pulsátil y hemicraneal.

Frecuentemente acompañada de náuseas, vómitos, fatiga, sensibilidad a la luz y a los ruidos.

Los científicos creen que puede estar relacionado con cambios neuroquímicos temporales en neuronas y vasos sanguíneos.

Las últimas investigaciones sugieren que en las migrañas existe un estado general de hipersensibilidad del sistema nervioso central.

Parece ser que todo el proceso neurológico se desencadenaría en una parte del cerebro llamada córtex visual. Región que se encarga del procesamiento de la información visual.

El córtex visual de los pacientes con migraña estaría en un estado de hiperexcitación neuronal, según ha podido evidenciar mediante electroencefalograma la Universidad de Birmingham y Lancaster. Esto podría explicar las anormales sensaciones visuales que padecen los pacientes migrañosos.

El mecanismo fisiopatológico se llama despolarización cortical extendida. Una especie de “brainstorm”, es decir una onda intensa de actividad neuronal que se propaga a lo largo de una amplia área del córtex. Esto podría explicar las diferentes sensaciones sensoriales y motoras que acompañan a las sensaciones visuales, como el dolor, los hormigueos en un lado de la cara o cuerpo, e incluso lentitud para hablar o en los movimientos.

Más investigación sigue siendo necesaria, pero de nuevo otra enfermedad como la migraña se está relancionando con el mecanismo neurológico de la Sensibilización del Sistema Nervioso Central. Un campo de actuación que Neurociencia Osteopática Integral lleva trabajando durante muchos años y representa su máxima especialidad clínica.

Referencias bibliográficas:

-Differences in early and late pattern-onset visual-evoked potentials between self reported migraineurs and controls.Yuen Fong et al, 2020. Neuro Image Clinical.

-Why migraines strike? Dodick David, 2008.Scientific American

ProntoPro, uno de los portales de profesionales más importantes de España, publicó el 24 de Enero de 2020 una entrevista al osteópata y neurocientífico Juan Manuel Gómez Andrés, Director Clínico de Neurociencia Osteopática Integral.

En esta entrevista Juan Manuel Gómez Andrés explica qué es Neurociencia Osteopática Integral y la importancia de este innovador modelo clínico en la reparación del sistema nervioso central.

Podéis encontrar la totalidad de la entrevista en ProntoPro.

Una nueva aplicación terapéutica emerge para ayudar a combatir el estrés y la ansiedad.

El departamento de Fisiología de la Universidad de Kagoshima (Japón) ha demostrado los efectos ansiolíticos del linalool. La inhalación de linalool, presente en un 60% o 70% en extractos de lavanda, produce un efecto ansiolítico sin alteración motora típica de los medicamentos habituales en el tratamiento de la ansiedad. Además llegaron a demostrar que este efecto fue mediado a través de circuitos centrales gabaérgicos (receptores gaba A).

Neurociencia Osteopática Integral en su objetivo de reparar el Sistema Nervioso Central en pacientes con Estrés Crónico y con el Síndrome de Sensibilización del SNC, ha introducido en su Protocolo de Neuromodelación Sensorial de los patrones corporales tensionales del Sistema Nervioso Central la terapia olfativa de inhalación intranasal de lavanda.

Este nuevo estímulo sensorial olfativo es capaz de facilitar la eliminación de los patrones corporales tensionales del cerebro durante el tratamiento sensorial manual.

Harada H, Kashiwadani H, et al (2018). Linalool odor-induced anxiolytic effects in mice. Frontiers in Behavioral Neuroscience 12:241.