Investigadores de la Universidad de Yale y Columbia evidencían que la práctica de mindfulness reduce el dolor y la negatividad mental. En otros estudios ya había quedado comprobrado que tenía muy buenos resultados con la depresión, ansiedad, estrés y fibromialgia.
El significado de mindfulness es atención plena. Es un estado de ser consciente en el momento presente sin el establecimiento de juicios.
Este estado de atención focalizada pretende liberarnos de pensamientos nocivos e intrusivos. Además mediante esta técnica le damos al cerebro la oportunidad de aprender la sensación de estar en calma y relajado, favoreciendo cambios en el cuerpo y en el sistema nervioso.
La técnica de minfulness para que sea más efectiva en el abordaje del dolor puede ir acompañada de otras técnicas que han evidenciado buenos resultados en la modulación de la señal de dolor, como la reevaluación sensorial, la exposición virtual a entornos agradables y la técnica de distracción.
Para que la técnica de mindfulness sea efectiva son necesarias 3 cosas: la inmersión sensorial focalizada, el sentido de presencia y la aceptación de los pensamientos mentales negativos asociados al dolor, para minimizar las respuestas emocionales automáticas, maladaptativas y condicionadas.
El mindfulness nos da la oportunidad de ser conscientes que nuestros pensamientos y conductas emocionales respecto al dolor o cualquier otro estímulo nocivo pueden ser fácilmente cambiantes. Simplemente dejamos que se desvanezcan refocalizando nuestra atención.
Es una buena forma de reducir las dimensiones sensorial, afectiva y cognitiva que amplifican la experiencia del dolor.
En el estudio se valoraba con imágenes cerebrales de scanner, la respuesta al dolor físico inducido mediante aplicación de calor en el antebrazo y las reacciones cuando se mostraban imágenes negativas.
Los participantes que utilizaban técnicas de minfulness comparados con los que no, mostraban una reducción significativa de la actividad en las áreas del dolor (córtex cingulado anterior dorsal, ínsula anterior, tálamo medial y córtex somatosensorial) y las áreas de las emociones negativas (amígdala, tálamo, mesencéfalo, córtex cingulado anterior dorsal, córtex prefrontal dorsomedial).
Por supuesto asociado a la manifestación de menos dolor y menos reacciones emocionales negativas por parte de los participantes.
Estos cambios se produjeron en ausencia de un aumento de actividad del córtex prefrontal, el cúal forma parte del sistema de control cognitivo. Lo que evidencia que el mindfulness regula el dolor y las emociones cambiando el significado afectivo del estímulo y no a través del control cognitivo.
Referencia Bibliográfica:
-Let it be: Mindful-acceptance down-regulates pain and negative emotion. Kober, H et al. Social Cognitive and Affective Neuroscience, 2019.